Вьетнамский
Art Treasures of Russia: Masterpieces from the Russian Museum
Сокровищница России – из коллекции Русского музея
Obras maestras del Museo Ruso
вьетнам Iván Aivazovski «La novena ola»
1850
Lienzo, óleo
221 x 332 cm
Para cuando pintó esta obra, Iván Aivazovski (1817−1900) ya gozaba de fama internacional. La novena ola trata la lucha entre el hombre y las fuerzas de la naturaleza. Según la tradición popular, la novena ola es la más poderosa y destructiva de una tormenta marina.
En el cuadro, el mar embravecido comienza a ceder ante la luz del amanecer, símbolo de esperanza. La voluntad humana por sobrevivir triunfa frente al caos natural. Esta obra no solo es una obra maestra del paisajismo ruso, sino también una metáfora sobre la resistencia y la fe en la victoria de la vida.
Fue una de las primeras pinturas adquiridas para la galería rusa del Hermitage y pasó luego al Museo Ruso en 1898.
En el cuadro, el mar embravecido comienza a ceder ante la luz del amanecer, símbolo de esperanza. La voluntad humana por sobrevivir triunfa frente al caos natural. Esta obra no solo es una obra maestra del paisajismo ruso, sino también una metáfora sobre la resistencia y la fe en la victoria de la vida.
Fue una de las primeras pinturas adquiridas para la galería rusa del Hermitage y pasó luego al Museo Ruso en 1898.
Alexei Venetsianov. The Barn (Gumno)
1822–1823
Oil on canvas
66.5 × 80.5 cm
Alexei Venetsianov was one of the first Russian artists to turn to scenes of everyday peasant life – a subject almost absent from earlier Russian art, which had focused mainly on religious and official subjects. In The Barn, he portrays rural labor with deep respect and quiet dignity.
Working at his own estate, Venetsianov painted the scene directly from nature. He even removed part of a real barn wall to capture the natural light inside. Through this work, the artist established a new, humanistic and truthful vision of the ordinary person and his daily work in Russian painting.
Working at his own estate, Venetsianov painted the scene directly from nature. He even removed part of a real barn wall to capture the natural light inside. Through this work, the artist established a new, humanistic and truthful vision of the ordinary person and his daily work in Russian painting.
Венецианов А.Г. «Гумно»
1822−1823
Холст, масло
66,5 × 80,5
Рассматривая это небольшое полотно Алексея Гавриловича Венецианова (1780−1847), мы словно проникаем под низко нависшие, потемневшие стропила старинного гумна, где крестьяне заняты своими повседневными делами.
Замысел картины возник у художника под влиянием полотна Франсуа Гране «Внутренний вид капуцинского монастыря в Риме» (хранится в Государственном Эрмитаже, Санкт-Петербург). Венецианов восхищался этой работой, благодаря которой он осознал важность перспективы для изображения натуры.
Интересно отметить, что художник спилил переднюю стенку настоящего гумна в своем имении, чтобы писать его с натуры и более точно передать освещение.
Замысел картины возник у художника под влиянием полотна Франсуа Гране «Внутренний вид капуцинского монастыря в Риме» (хранится в Государственном Эрмитаже, Санкт-Петербург). Венецианов восхищался этой работой, благодаря которой он осознал важность перспективы для изображения натуры.
Интересно отметить, что художник спилил переднюю стенку настоящего гумна в своем имении, чтобы писать его с натуры и более точно передать освещение.
Alekséi Venetsianov «El granero»
1822–1823
Lienzo, óleo
66,5 x 80,5 cm
Contemplando esta pequeña obra de Alekséi Venetsianov (1780−1847), el espectador se adentra bajo las oscuras vigas de un antiguo granero, donde los campesinos están inmersos en sus tareas cotidianas.
La idea del cuadro nació tras ver la obra de François-Marius Granet Interior de un monasterio capuchino en Roma (conservada en el Hermitage, San Petersburgo). Fascinado por esta pintura, Venetsianov comprendió la importancia de la perspectiva en la representación naturalista.
Para capturar con fidelidad la luz y el espacio, el artista desmontó la pared frontal de un verdadero granero en su finca y lo pintó directamente del natural.
La idea del cuadro nació tras ver la obra de François-Marius Granet Interior de un monasterio capuchino en Roma (conservada en el Hermitage, San Petersburgo). Fascinado por esta pintura, Venetsianov comprendió la importancia de la perspectiva en la representación naturalista.
Para capturar con fidelidad la luz y el espacio, el artista desmontó la pared frontal de un verdadero granero en su finca y lo pintó directamente del natural.